del bus/en la carretera

no verás la forma en que flamean las banderas en invierno, porque las estaciones pertenecen al viento y al campo, son parte del suelo mojado, de tanto pavimento arreglado y tantas mañanas sin dormir. después de las horas que han pasado, las camas en que he dormido como hormiga, como un buitre escondiéndose de sus propios dientes, como esas personas que huyen de la lluvia como si fuera el día del juicio final.

ayer saqué los afiches de mi pieza con una violencia inesperada. a esa misma hora escuchaba el disco del grupo de moda, mientras mi casa aparecía como un trágico castillo inexpugnable. y eso siempre será una gran capa de osorno.

en diez meses estaré en los lagos /pensando que si me quedo/ será para siempre/ por siempre/ porque si escribo es para mentirme/ para pensar que hay cosas que están perdidas / para recordar que la televisión/ se ha vuelto tan/ tan fome.

desde octubre de 2005, en esa tarde de sábado mirando una película que nunca hubiese elegido, soñé que estaba solo como cuando se visitan los hoteles a las 10 de la noche, un sábado cualquiera. porque para eso han sido creados los sábados. para escapar de la excitación. para crear programas de bajo presupuesto que apunten al hombre joven que no puede salir a carretear. que debe esperar a sus padres. porque sin padres no hay llaves en las casas.

pero si estás buscando cumplidos que te realicen, no los vas a encontrar. no. hoy no los vas a encontrar.

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