la ética de chc es como la de un colegial scout. eso no es tan malo cuando lo que en verdad disfrutas de ellos es esa sensación que te permite estar tranquilo sin vivir en armonía con la naturaleza. O sea, que mientras tu computador suena como campana de cocina puedes estar tirado en el pasto, que es intercambiable fácilmente por tu cama que suena cuando la madera comienza a ceder. Pero como dice chc, todo lo que queremos no es todo lo que tenemos, entonces si disfrutamos, tenemos que hacerlo así, con las limitaciones de la sedentariedad, con la reducción espacial a la que nos tiene acostumbrado el serviu, con los libros de roneo y con los cables de electricidad. Pero chc no hace eso: ellos caminan, suben cerros, gastan sus zapatillas y sienten cómo el aire los libera, y por eso, a partir de esas canciones, uno no sólo los admira sino que también los envidia, porque las cosas que disfrutan son las cosas que no tenemos. Y no importa si ellos nos dicen en cada canción que son esas cosas las que nos pertenecen a todos. No importa, sólo ellos en verdad las muestran y son mejores que vivir nuestra propia primavera.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario