hace seis meses comencé a escribir un cuento que hablaba sobre un hombre que vendía camas. En verdad, lo que sabía hacer era tender camas, como buen empleado de hotel. El cuento, por supuesto, no lo terminé, pero sí terminé otros que hablaban sobre la cuesta barriga y el rodeo. El punto es que hace dos semanas leí una entrevista de fuguet a ford donde hablaban justamente acerca de la posibilidad de escribir un cuento sobre los vendedores de colchones. Fuguet le dice "fácilmente podría ser un personaje tuyo". "Ajá", responde Ford. Me imagino la cara de Ford respondiéndole. Me imagino también el lobby del hotel en Virginia o donde sea. Imagino la libreta de Fuguet.
Entonces, como el plan no funcionó, todo lo escrito debería para justamente donde debería estar: el basurero. Y bueno, la literatura la escribirán otros sin dolores de cabezas. Sin lunares también. leo en este momento a un amigo de daniela, que se llama alejandro jofré y que ya es más conocido que ford por la juventud chilena. Eso está bien. Debería llamarlo y decirle "felicitaciones, hombre". Además, como si no fuera suficiente, fotografía bien.
Seguramente el amigo de mi hermana ha leido a ford aunque lo dejó a medio terminar ante tanta carga académica y periodística. Yo, si fuera él, respondería que "la pega es así" y "no me arrepentiré de haberlo dejado".
En cuatro días, como todos los hijos de clase media con ganas de vivir en ñuñoa, viajaré a buenos aires por segunda vez. Entre esos seis días veremos a johansen, compraremos a murakami y preguntaremos por bolsos o lo que los shoppins denominan como bijouterie. También habrán piezas con estampados y cuadros del siglo XVIII hechos con spray. Un caballo subirá una cuesta mientras por el río veremos las rocas y los salmones. Es, lo que llama el hijo de Frank Bascombre, el salón-de-la-fama-del-negocio-inmobiliario.
Entonces, como el plan no funcionó, todo lo escrito debería para justamente donde debería estar: el basurero. Y bueno, la literatura la escribirán otros sin dolores de cabezas. Sin lunares también. leo en este momento a un amigo de daniela, que se llama alejandro jofré y que ya es más conocido que ford por la juventud chilena. Eso está bien. Debería llamarlo y decirle "felicitaciones, hombre". Además, como si no fuera suficiente, fotografía bien.
Seguramente el amigo de mi hermana ha leido a ford aunque lo dejó a medio terminar ante tanta carga académica y periodística. Yo, si fuera él, respondería que "la pega es así" y "no me arrepentiré de haberlo dejado".
En cuatro días, como todos los hijos de clase media con ganas de vivir en ñuñoa, viajaré a buenos aires por segunda vez. Entre esos seis días veremos a johansen, compraremos a murakami y preguntaremos por bolsos o lo que los shoppins denominan como bijouterie. También habrán piezas con estampados y cuadros del siglo XVIII hechos con spray. Un caballo subirá una cuesta mientras por el río veremos las rocas y los salmones. Es, lo que llama el hijo de Frank Bascombre, el salón-de-la-fama-del-negocio-inmobiliario.
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