lo sé

¿por qué Rodrigo Fresán dejó la traducción de las letras de Bob? En argentina deben tener una respuesta precisa, pero callan todo con la lealtad de una madre. En España, el silencio está inscrito por el orgullo de dar asiento a los escritores cansados y perdidos. Pero acá no tenemos nada que defender. Digamos que podemos escudarnos en cartas insulsas y en comentarios imprudentes sobre la vida cultual y la cultura popular, pero nada de eso nos afirma, al final de cuentas. Porque lo sabemos, son las cuentas las que importan. Puedes mirar nuestros siglos de ficción y te darás cuenta de sólo una cosa: las cartas no disimulan. Las cartas se escriben con una tinta gastada por horas de rutina, con la pasión de un chiste repetido. Nuestras cartas son el fetiche que imaginan cuando piensas que una empresa te contratará y te dejará cheques con la firma de tu talento estampada en el dorso. NO MIRES ATRÀS. piensa que luego de tantas cartas escritas sin responder puedes hallar un buen título, la imagen con la que saludarás a tu madre cuando llegas a tu casa, o la forma en que te desprendes de tu pelo y los dejas para quien quiera mirarlo. el dolor de cabeza que tengo es tu culpa y no la culpa de las cartas. es culpa de siglos de mentiras y conclusiones sabias sobre el ritmo de la poesía. si Rodrigo Fresán se dio cuenta de eso, no lo culpo. Estuvo a centímetros de tocar el cielo y cuando miró hacia el lado reconoció la imagen de su juventud, reconoció la carta de renuncia que escribió antes de viajar al interior. De ahí en adelante, CRIS GOES DOWN.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo siempre miro atrás. Y es triste.

Anónimo dijo...

medio palo

Anónimo dijo...

Hice algo.. te daré verguenza ...me hice un fotolog. Pero nunca pondré fotos! lo juro!
Algo anda mal en mi cabeza.